El PP de Vilafranca en contra la campaña de «21 días sin castellano»
Un ataque a la libertad y la convivencia lingüística en Cataluña
En los últimos días, los catalanes hemos sido testigos de una iniciativa impulsada por el Govern de Cataluña y apoyada por Salvador Illa, que invita a los ciudadanos a participar en una campaña lanzada en 2022 llamada «21 días en catalán«, cuyo objetivo es dejar de hablar en castellano durante tres semanas. Según el periódico Digital VozPópuli se está siendo promovida en distintas ciudades catalanas, no solo genera preocupación, sino que supone un ataque directo a los derechos y libertades de una parte importante de la sociedad que vive en Cataluña: los ciudadanos castellanoparlantes.
Desde el Partido Popular de Vilafranca del Penedès, queremos expresar nuestro total rechazo a esta campaña que, lejos de promover la convivencia y el respeto mutuo entre los dos idiomas oficiales de Cataluña, fomenta la discriminación lingüística y crea divisiones en nuestra sociedad. Cataluña es tierra de diversidad, y esa riqueza cultural y lingüística debe ser protegida y respetada por igual. La lengua catalana no está en peligro de extinción, la gente habla catalán a diario, tanto como es castellano.
Los problemas de los catalanes no vienen por la lengua, sino por la gestión económica y social
En Cataluña se ha fomentado durante años un falso debate en torno a la lengua, como si el uso del catalán o del castellano fuese la causa de los problemas que preocupan a los ciudadanos. Sin embargo, la realidad es muy diferente: los verdaderos desafíos a los que se enfrentan los catalanes hoy en día están relacionados con cuestiones económicas, sociales y de seguridad, y no con el idioma que hablamos en casa, en la calle o con las instituciones públicas. El catalán no se va a extinguir, se habla a diario tanto como el castellano.
Uno de los principales problemas es la economía y el empleo. Cataluña, que históricamente fue una de las comunidades más prósperas de España, ha visto cómo muchas empresas se marchaban debido a la inseguridad jurídica y a políticas fiscales desfavorables. La falta de oportunidades laborales y la precariedad son dos factores que afectan directamente a los jóvenes y a las familias catalanas, provocando que muchos se vean obligados a emigrar o a aceptar condiciones laborales que no garantizan estabilidad. Estamos viendo por primera vez cómo otras comunidades autónomas están creciendo y Cataluña se queda estancada.
Otro factor que preocupa a los catalanes es la carga fiscal. Los impuestos en Cataluña son de los más altos de España, lo que dificulta a las familias llegar a fin de mes y penaliza tanto a los autónomos como a las pequeñas y medianas empresas.
Además, los elevados impuestos agravan el problema del acceso a la vivienda, ya que muchos jóvenes no pueden ahorrar lo suficiente para emanciparse ni hacer frente a los costes de compra o alquiler.
Por último, la delincuencia es otro problema real. Los ciudadanos se sienten inseguros en sus barrios debido a la falta de medidas efectivas para combatir los hurtos, robos, violaciones y Ocupaciones.
¿Por qué esta iniciativa es peligrosa y discriminatoria?
La propuesta de «no hablar en castellano durante 21 días» no puede interpretarse como una simple iniciativa cultural o lingüística, sino como una medida coercitiva que pretende imponer una forma de pensar y actuar. Este tipo de campañas son el reflejo de una política que prioriza un idioma por encima de cualquier cosa que pueda ser más importante para el ciudadano, algo que resulta incompatible con los valores democráticos y constitucionales que defendemos desde el Partido Popular.
El castellano es lengua oficial en Cataluña al igual que el Catalán, y forma parte de nuestra historia, cultura y convivencia. Ignorar esto es atentar contra los derechos fundamentales de millones de ciudadanos que viven, trabajan y aportan a la sociedad catalana, y que tienen como lengua materna el castellano. Cataluña es bilingüe, y ese bilingüismo debe ser un puente que una, no una herramienta para dividir.
La imposición de dejar de hablar un idioma, aunque sea por un periodo limitado de 21 días, es una vulneración clara del derecho a la libertad de expresión. Vivimos en un país libre donde cada persona debe poder elegir en qué idioma se comunica, sin sentirse coaccionada ni presionada para hablar únicamente en catalán o castellano. Lo que el Govern promueve con esta campaña es, en realidad, un ataque a los derechos individuales de los ciudadanos. Esta iniciativa no busca fomentar el catalán de manera positiva, sino excluir el castellano de la esfera pública.
Desde el Partido Popular de Vilafranca: Di sí a la libertad, no a la imposición
Queremos recordar que la convivencia lingüística no debe ser una batalla, sino un puente que conecte a todos los catalanes. En lugar de imponer campañas que dividen, lo que Cataluña necesita son políticas que unan y que respeten la diversidad de nuestra sociedad.
Si crees que Cataluña es de todos y para todos, que la libertad de expresión y la igualdad de derechos son innegociables, te animamos a sumarte a nuestro proyecto. Desde el Partido Popular, seguiremos trabajando para garantizar que todos los catalanes tengan voz, en catalán o en castellano, y para construir una Cataluña en la que nadie sea discriminado por su lengua.